Restaurantes buenos, bonitos y baratos en París (II): Chez Gladines


…Y de Chez Chartier pasamos a Chez Gladines, un bistró vasco-francés del arrabal parisino. Según acabo de ver en su web, a día de hoy ya han abierto hasta cuatro “sucursales” en la ciudad pero nosotros, por si acaso, nos fuimos al original, al del distrito número 13.

A primera vista el Gladines es un sitio sin encanto, situado donde Cristo perdió la zapatilla y lleno de pósters, pegatinas, pintadas e ikurriñas. Pero cuando te sientas a comer la historia cambia. Comida sencilla pero rica que se distribuye, básicamente, en especialidades vascas y del suroeste francés.

Nosotros fuimos directamente a las francesas, que para eso estábamos en territorio galo. Todo tenía muy buena pinta: entrecots a las finas hierbas, escalopes, pato en todas sus variantes –magret, confit, pavé– y, como no, la bomba que me comí yo: la cassoulet maison.

Tengo que reconocer que me equivoqué al pedir y pensé que era otra cosa, pero como suele pasar muchas veces en terreno gastronónico el error resultó delicioso. Según la Wikipedia, la cassoulet es un plato típico de las regiones de Languedoc y Pirineos que consiste en un guiso de alubias y diversos trozos de carne. La mía tenía chorizo, tocino y creo que algo de pato. ¡Menudo fabadón que me metí entre pecho y espalda!

A estas alturas no hace falta que os diga que la comida, cuando menos, es abundante. Debí imaginarlo cuando El Viajero, el suplemento de viajes de El Pais, decía que las porciones del Gladines “cumplen draconianamente los requisitos para un sustancial banquete en la aldea gala de Astérix y Obélix”. No mienten. Doy fé.

7  Mención especial requieren las tablas de embutidos y quesos. Nosotros, que somos muy queseros, optamos por esta segunda opción y por poco más de 9 euros nos pusimos ciegos de Cantal, Chèvre, Roquefort y queso de Brebis, todo acompañado de mucho pan. Pan, que por cierto, no cobran… como el agua. Además, si prefieres opciones (aún) más económicas hay unos platazos de patatas con queso y jamón serrano y varias ensaladas mega-variadas que traen en gigantescas fuentes de acero inoxidable.

El ambiente es muy agradable y por lo que tengo entendido siempre está hasta la bandera. Nuevamente en París estamos ante un local en el que no reservan, es probable que hagas cola y no existe el concepto de mesa individual. Así que salvo que seáis tres o cuatro, lo más normal es que compartáis mesa y mantel. ¡Ah! tampoco aceptan tarjetas de crédito o “CB”, como dicen ellos.

En resumen, el sitio es muy recomendable si buscas hacer una parada en la ruta turística, comer mucho y bien -con mantelito de cuadros-, y coincidir en la mesa con gente del barrio. Todo por un módico precio: ensaladas a partir de 7 euros, los platos de embutidos y quesos por unos 3 y medio; especialidades vascas a 8,90 y platos franceses por 9,80 euros. Los postres, si llegas, empiezan en 4 euros y parecen igual de copiosos que el resto. Nosotros no nos atrevimos.

¿Dónde? 30 rue des Cinq- Diamants

¿Cómo llegar? M: Corvisant

¿Cuánto? Pagamos poco más de 15 euros por cabeza.

Para saber más… http://gladines-restaurant-paris.fr/

http://www.gladines.com/

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2 respuestas a Restaurantes buenos, bonitos y baratos en París (II): Chez Gladines

  1. Claudia dijo:

    Me encantan tus consejos! Estoy llendo a Paris la semana que viene así que me vienen muy bien. Graiassssss

  2. jaimegprado dijo:

    De nada, para eso estamos… me alegra que te sirvan e ayuda. ¡Disfruta de París!

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