Persiguiendo a Van Gogh: Arlés


Puente_Lavanderas_Arles_Van_Gogh

Cuando estaba en la Universidad, planeé mi primer viaje ‘loco’, que -obviamente- nunca realicé por falta de presupuesto… que no de ganas. Le había puesto un título muy ambicioso, “Persiguiendo a Van Gogh”, y era un recorrido por los principales escenarios de su vida.

Me acababa de leer Anhelo de vivir, una novela de Irving Stone que repasa la azarosa vida del pintor, desde su Zundert natal a la localidad francesa de Auvers-Sur-Oise, en cuyo cementerio descansa Van Gogh junto a su hermano Theo. Resta decir que como buen estudiante de Historia del Arte, el viaje contaba con visitas a algunos de los principales museos que guardan obras del pintor holandés.

Pasado el tiempo, me acordé de aquel viaje que se había quedado atrapado en el interior de mi viejo PC. Ya tenía presupuesto pero no disponía de tiempo… ¡El eterno problema del viajero! …¿Qué hice? Pues sacarme la espinita con una escapada relámpago a Arlés, la localidad de la Provenza Francesa a la que Vincent llegó atraído por la luz del Sur, dejando tras su paso más de 300 obras, algunas tan geniales y conocidas como su habitación.

De esa experiencia, que ya os adelanto que fue un poco “decepcionante” -quizás porque no disfruté de esa luz sureña que enamoró al pintor- os dejo aquí un resumen de los principales lugares que se pueden visitar tras los pasos del “Fou-Roux”. Se trata del Circuito Van Gogh, que a través de diez paneles desperdigados por la ciudad nos indican el sitio exacto donde el pintor colocó su caballete y la pintura que plasmó. Van Gogh estuvo en Arlés 15 meses, de febrero de 1888 a mayo de 1889.

  1. Le Café “Le Soir”. Empiezo por esta porque ¿quién no conoce este cuadro? La terraza de este viejo café -hoy rebautizado como  ‘Café Van Gogh’- es para todos una imagen icónica del postimpresionismo y de la forma de pintar vangoniana. Hoy día es un lugar eminentemente turístico, en plena Plaza del Foro, pero que ha sabido recuperar una estampa mítica para los turistas culturetas que llegamos con ganas de Van Gogh… Cafe_Noche_Arles_Van_Gogh
  1. L’escalier du Pont de Trinquetaille. Personalmente, no había visto este cuadro en mi vida pero se ve que el sitio guarda gran parecido con lo que fue hace más de 120 años, que se dice pronto. Si coincide de camino se le pueden prestar un par de minutos.Puente_Trinquetaille_Arles_Van_Gogh
  1. La nuit étoilée. Tenía claro que los cielos estrellados eran la visión particular del pintor y que no vería nada ni siquiera parecido. No obstante, un paseo de noche a orillas del Ródano nunca está de más. Eso si, mejor deleitaros con el cuadro original ¡No hay color!Noche_estrellada_Rodano:Arles_Van_Gogh
  1. La maison jaune. Van Gogh alquiló en la Plaza Lamartine esta casa “amarilla” en mayo de 1888. Lamentablemente fue bombardeada casi sesenta anos después, durante la Segunda Guerra Mundial y, como se aprecia, no queda nada de la parte delantera. La imagen no vale mucho pero la gracia de este edificio radica en haber sido testigo de una de las relaciones más turbias del arte contemporáneo: la de Van Gogh y Gauguin.Casa_Amarilla_Arles_Van_Gogh
  1. Les arènes. Así se conoce popularmente al anfiteatro romano de Arlés,  orgullo y emblema de la ciudad, especialmente tras su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Quizás lo que más me sorprendió de este edificio es que está encasquetado en medio del corazón de la ciudad, sin apenas mucho espacio para verlo con perspectiva. El interior está bastante adulterado ya que se usa para eventos taurinos; un auténtico furor en Arlés, donde impera el mundo “cañí” (y los gitanos, por cierto). Lo visitamos prácticamente a solas por lo que no sé si en pleno apogeo podría traer un vago recuerdo del cuadro vangoniano.Arena_anfiteatro_Arles_Van_Gogh
  1. Le vieux Moulin. Creo, repito, “creo” que lo vi aunque estaba un poco complicado de encontrar, incluso con el mapa que lo sitúa exactamente en la Rue Mireille. Si me permitís la sinceridad: no merece la pena acercarse. Un bluf.Viejo_molino_Arles-Van_Gogh
  1. Les Alyscamps. Otro de los lugares de época romana declarados Patrimonio de la Humanidad en Arlés. Se trata de una una gran necrópolis cuyo paseo tiene su encanto, aunque casi me quedaría con la iglesia en ruinas del final: San Honorato. Un lugar muy ‘romántico’, donde reina a ratos iguales el silencio y el zureo de las palomas. Gauguin, el amiguito de Van Gogh -hasta lo de la oreja, claro- también pintó estos particulares Campos Eliseos.Alyscamps_Arles_Van_Gogh
  1. Le jardin public. Un jardín ramplón en el Boulevard de Lices. Es más, yo casi aprovecharía la visita un sábado por la mañana que es cuando esta calle acoge un mercadillo de productos provenzales. Mucho más interesante hacerte con un salchichón de Arlés, un queso de cabra, sal de la Camarga o una tapenade y una buena baguette.Jardin_publico_Arles_Van_Gogh
  1. Le jardin de la maison de santé. Es el jardín del antiguo Hospital de Arlés donde el pintor fue tras el incidente con su oreja derecha. Actualmente a este sitio se le denomina “Espacio Van Gogh” y cuenta con locales comerciales en su planta baja y el Instituto de Enseñanza Media en la superior. El claustro y el jardín han sido restaurados imitando, tal cual, el cuadro. Resulta bastante artificioso…Hospital_Arles_Van_Gogh
  1. Le Pont de Langlois aux Lavandières. Y dejo para el final la niña bonita del recorrido: el puente de las lavanderas, reconstruido tal cual en una zona bastante alejada de lo que es la ciudad, es otro de los puntos que -en mi opinión- hace que uno vuelva a ese Arlés de finales del siglo XIX. Como he comenzado el post con la foto de mi visita a este lugar, acabo el recorrido con una versión del cuadro original.Puente_Van_GoghEn definitiva, 10 paradas -de las muchas que podrían haber sido- que nos acercan un poco más a lo que fue Arlés a finales del siglo XIX y especialmente a una de las etapas doradas en la producción pictórica de Van Gogh. ¡Quién sabe! Algún día completaré el recorrido que ideé hace años siguiendo la estela de este genial pintor. Si lo hago, no dudéis que será aquí donde lo cuente… ¡Hasta pronto!
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5 respuestas a Persiguiendo a Van Gogh: Arlés

  1. Meri dijo:

    Muy interesante, como siempre.

  2. jaimegprado dijo:

    Muchas gracias, Meri, viniendo de una experta como tú hace aún más ilusión :-)

  3. Susana dijo:

    Madre mía!!!! Se nota que entre el viaje soñado y la realidad encontrada hay un abismo. Pero no dejes de intentar hacer el recorrido completo. Seguro que en algún punto del camino merece la pena… :D Muy bueno, como siempre.

  4. jaimegprado dijo:

    Si, jejeje. Afortunadamente son más las veces que la realidad supera a la ficción; pero es cierto que en este caso el ‘punto’ Van Gogh quedó un poco descafeinado. Aún así, Arlés vale muchísimo la pena: es una ciudad muy pintoresca y taurina; tiene una joya del románico (San Trófimo) y un importante conjunto romano, Patrimonio de la Humanidad. Eso por no hablar de la gastronomía, incluída la low cost. Por 3,50 euros te comes una baguette rellena del mejor salami que has probado en tu vida. Un revival infantil…

  5. Qué genial, para el siguiente viaje invita :)

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